Hola, Soy Clau

¡Te estaba esperando!

Hola, Soy Clau

¡Te estaba esperando!

Yo no soy la CEO

Primero que nada te cuento: antes de sentarme a trabajar en cualquier cosa de mi negocio tengo una junta con mi CEO.(El CEO es la persona que tiene la máxima visión y dirección en una empresa).

Me di cuenta de que yo por más líder que sea de este proyecto, no tengo la capacidad de saber exactamente qué es lo mejor o para qué me tengo que preparar.

No hay una persona que lo pueda saber, Dios es el único que puede darme esa guía. 

Y, ¿por qué tienes que saber esto tú?

Bueno, porque si te voy a contar en esta página quién soy, de dónde nace la empresa y cuál es mi motor.

Tienes que saber que todo parte de una conversación con Dios, mi CEO.

No sé qué hacer, ¿Cuál es mi propósito?”- Le pregunté a Dios

En el 2018 vivía en Playa del Carmen, México (soy mexicana) y trabajaba como Brand Manager en una operadora de hoteles. 

Un día me mandaron a una sesión de fotos de un hotel nuevo en Tulum que la operadora estaba por abrir.

La fotógrafa era mi amiga y trabajar con ella era una delicia.Mi tarea era tipo de producción, lograr las tomas correctas para los distintos medios de promoción, coordinar con cocina, ama de llaves, etc. para que todo fluyera y estuviera listo.

Fue un fin de semana súper divertido e irreal, que Lili y yo disfrutamos mucho.

Pero había un pequeño detalle, a pesar de que era un trabajo soñado y que podía contribuir a una carrera exitosa yo no sentía que estuviera impulsándome hacia mi máximo potencial.

Se sentía falso, como si ese trabajo no fuera para mi.

Pasó ese fin de semana y un día mientras estaba corriendo en la playa antes del trabajo, surgió de nuevo esa sensación de confusión y vacío.

Cuando paré para ver el amanecer, le dije a Dios - “Mi trabajo no me llena, siento que a lo que me dedico le falta sentido. ¿Cuál es mi propósito?”.

Él en ese momento respondió con una idea - "Estudia Nutrición".

What?? Pero yo ya tengo una carrera (Diseño Industrial) y había encontrado este trabajo tan cool.

-"¿Me estás diciendo que empiece desde cero?"

-"Sí".

- Okay (🤯🤩🥳🫠🫡)

Yo ya había sentido el llamado por esta rama y era mi pasión buscar, aprender, comprar cosas y terapias muy wellness y saludables.

Además tenía el sueño de vivir en otro país y estudiar fuera era un excelente pretexto para cumplir ese sueño.

Entonces, ese día llegué a la oficina y busqué escuelas y cursos de Nutrición.

La primera escuela que apareció fue donde estudié Nutrición Holística en Canadá en el 2020, Pacific Rim College.

Un par de años más tarde me estaba mudando de Playa a Canadá (donde me agarró la pandemia) y después de un tiempo decidí moverme de Canadá a Nueva York donde hice una certificiación como Health Coach y donde vivo actualmente.

Resolver un enigma, cumplir un sueño y encontrar sentido

Esto que Dios puso en mi corazón englobaba muchas cosas, no sólo cumplía el sueño de vivir en otro país o dedicarme a algo que tuviera sentido, sino también a sanar un tema con mi cuerpo.

Mi búsqueda por la salud y el bienestar en gran porcentaje tenían que ver con resolver un enigma dentro de mi, yo me sentía incómoda con mi cuerpo. 

Me sentía desintegrada, no podía sostener hábitos ni cambios y yo quería entender por qué me pasaba eso.

Justo en este tiempo cuando vivía en la playa fui súper constante con el ejercicio, empecé a hacer pesas por primera vez.

Y por un lado comía súper sano, pero por otro lado estaban muy arraigados a mi los alimentos procesados y las porciones en exceso.

En mi cabeza yo estaba practicando un estilo de vida flexible, pero la realidad era que no podía dejar ciertos alimentos. 

Cuando vi que mis esfuerzos no estaban dando resultados quise intentar con una terapia física.

Agendé sesiones de radiofrecuencia para perder el exceso de grasa en mi cuerpo. Intento fallido, esa no era la solución.

Recuerdo varias veces verme frente al espejo y reconocer dolor atrapado en mi cuerpo, en las caderas, en el abdomen...

No lo sabía en ese momento, pero esa parte de no poder dejar ciertos alimentos era real, no podía. Y había una razón: mi cuerpo me estaba protegiendo de ese dolor atrapado, sentimientos reprimidos, límites no puestos y experiencias sin procesar.

Comía porque era la única forma (inconsciente) que sabía para contenerlos, para no sentirlos.

Creía que era auto- saboteo no poder dejarlos, pero en realidad era un mecanismo de defensa (qué bonito es nuestro cuerpo).

Cuando llegué a Canadá

Viviendo el sueño como algo que yo creía lo más "top". En lugar de sentirme realizada y disfrutar al máximo, fue cuando esta situación explotó.

Ahora lo pienso y es súper claro, no iba a poder convertirme en esa persona completa, sana, que acompaña a otras personas en su proceso, si no me integraba a mi misma primero. 

Y ese proceso de integración requería, en mi caso, de hacerme cargo de todo lo que en algún momento reprimí dentro de mi. 

Me acuerdo de este momento crucial: yo acostada en mi colchón en el piso en la sala de mi departamento (porque teníamos sólo un cuarto y yo dormía en la sala), metida en las cobijas tomando la decisión de dejar de escapar de mi.

En algún momento de mi infancia aprendí que reprimir era una herramienta que me ayudaba a ser aceptada y amada por mis seres queridos.

Aprendí que mostrar emociones fuertes incomodaba a los demás y eso era insoportable para mi.

Entonces tomé la decisión (inconscientemente) de guardar lo que en verdad sentía o pensaba y hacer lo que los demás calificaban como aceptable.

Cosa que provocó esa división en mi que me hacía sentir rota. 

Años antes de saber esta relación con la comida-el dolor- y el cuerpo sí trabajé con múltiples terapeutas durante años.Trabajé a mis padres, trabajé en poner límites, trabajé en mis heridas de rechazo y abandono... Evolucioné mucho.

Pero aún había una partecita de mi, bien profunda, que no había tocado y que no había sanado.  

Todo estaba guardado en mi cuerpo

Fue hasta ese día metida en las cobijas en mi departamento en Canadá, estando sola, sin familia ni amigos, cuando me di por vencida. Había llegado a un punto en el que necesitaba actualizar el cassette.

Reprimir ya no era una herramienta vigente. 

Ese momento fue el parte aguas, a partir del cual fui conectando los puntos.No podía sostener hábitos sanos porque los "hábitos procesados" me ayudaban a bloquearme, adormecerme y no sentirme. 

Hasta que fui consciente y lo suficientemente valiente para no sólo sentirme en ese momento, sino sentir todo lo que estaba guardado en mi cuerpo fue que pude romper la co-dependencia con la comida que nos adormece: azúcar, harinas, alimentos procesados, alcohol, cigarro. 

No ocurrió en un día, pero sí ocurrió a partir de ese día metida en las cobijas.

Fue de lo más doloroso que he vivido, pero fue de lo más liberador también. Fue una muestra de amor, fue una muerte, fue una prueba de fé.  

Aprendí a tomarme a mi misma. Aprendí a darme permiso de sentir en vivo. O sea, sentir mis emociones incómodas, fuertes, estruendosas, confusas, felices, en el momento.  Y a no dejar que ellas dominaran sobre mi. Aprendí a sostener.

De aquí nace mi pasión por trabajar con el cuerpo

Trabajar con el cuerpo me apasiona tanto porque es objetivo, siempre está a nuestro favor y siempre nos informa cómo estamos por dentro.

Si nos atrevemos a escucharlo, él nos habla todo el tiempo. Es nuestro mapa y nuestra brújula también. 

Algo clave:

La verdadera paz llegó a mi vida cuando dejé entrar a Dios en mi proceso.

No sé de dónde saqué la creencia de que yo tenía que hacer todo sola con mis fuerzas. Tanto lograr la sanidad, como los sueños, los negocios, la pareja, la vida.

Fue un proceso lento, de años, donde Dios me dio revolcadas (de aquí sale el concepto de CUERPO MÍO, ver más abajo) para que yo sacara fuerzas.

Donde me puso en escenarios de austeridad para cimbrar bien mis raíces. Todo lo necesitaba. Todo tenía que ver con lograr ser esta persona que sostiene un propósito que ayuda a otras personas a sostenerse. 

Ahora bien, antes de estudiar y tener este encuentro con Dios y conmigo visité muchos nutriólogos.

NADIE me habló del cuerpo.

NADIE me preguntó cómo estaban las cosas en mi vida.

NADIE me dio consejos de cómo sostener hábitos o me explicó por qué no podemos sostenerlos.

NADIE me dio clases de saber cómo comer. Sólo me daban dietas, rutinas y nos vemos el próximo mes.

NADIE me dijo que Dios podía tomar mi carga. 

 

Por eso hoy yo te lo quiero decir a ti:

Tu relación con tu cuerpo es más que saber cómo te alimentas. 

Pero saber cómo alimentarte es CRUCIAL para fomentar una conexión contigo. 

Si sabes cómo comer sano pero te "saboteas", es probable que haya que visitar áreas de tu vida que no tienen que ver con tu dieta. 

Tu forma de ver la vida te expande o te reprime. Lo bonito es que tú puedes cambiar tu perspectiva en un segundo cuando no te está contribuyendo.

Tu salud mental, emocional y física están conectadas entre sí.

Habitar tu cuerpo sin pedir permiso tiene que ver con alinear cada área de ti (y esto requiere limpiar, hacer renuncias, integrar y elegir cosas nuevas).

Tu alimento más grande viene del espíritu. De aquí viene una fuerza inexplicable, un sustento infinito y un bienestar estable. 

No estás sola (ni loca, si es que te has sentido así). Si te sientes identificada con mi historia, yo estoy aquí para ti. 

¿Qué hago, cuál es el método, y para qué? 

Doy clases para entender, desmenuzar y sanar nuestra relación con el cuerpo. 

Tengo espacios con sesiones 1:1 para liberar historias que no dejan que tu cuerpo se expanda. 

Tengo un programa para ayudarte a desinflamar tu cuerpo. Donde obviamente hay un protocolo de alimentación, pero también hay clases para entender la inflamación desde el punto de vista alimenticio, emocional, mental, ambiental.

Tengo contenido y recursos, que siempre estarán disponibles sin costo, para hablar y difundir temas de todo lo wellness que necesitas saber para justo convertirte en tu versión más sana, más auténtica, más alineada y más wellness. 

Mi método 

Es que todo mi material, mensaje y acompañamiento te ayude a darte cuenta. 

Darte cuenta de qué es lo mejor para ti. Por ejemplo, qué suplemento tomar y para qué según si lo necesitas o no.

Darte cuenta de qué está bloqueando tu progreso, tu relación contigo o con tu cuerpo.

Darte cuenta de que una terapia física que parecía muy cool tal vez no es adecuada para ti, Etc., etc.

Y que con estas tomas de consciencia tomes las mejores decisiones según lo que crees que es más alineado para ti.

Porque no todo es para todos, ni siquiera los alimentos que son súper sanos.

Mi mayor interés es el tuyo

Lo que estudio, lo que vendo, lo que proveo, lo que creo en esta marca está enfocado en aportar a tu bienestar. 

Tengo el propósito de digerir y comunicar todo lo wellness desde un lugar ligero, divertido y muy contributivo para que te sirva a ti .

En mejorar tus hábitos sí. 

Pero sobre todo en habitarte mejor, con más presencia, comodidad y brillo.

Por ahora sólo tengo listas de espera para mis programas y sesiones 1:1, aquí las encuentras:

Misión Ligera

Un programa para desinflamar tu cuerpo de forma radical en 4 semanas. Con clases para entender la inflamación desde lo que comes, lo que piensas y lo que sientes. Incluye también plan de alimentación.

Justo lo que necesito

Cuerpo Mío 

El programa para cambiar la relación con tu cuerpo por dentro, por fuera, desde el corazón, pasando por tu historia y llegando a resultados sostenibles gracias a tu cambio de hábitos y mentalidad.

Me quiero inscribir

Y siempre tengo acceso libre a contenido para ayudarte ser tu versión más wellness 

Conciencia & Wellness Podcast

Mi podcast personal donde hablamos temas de todo lo wellness y desarrollo personal

Escuchar

Hablemos de Alimentación Podcast

Este es un Podcast semanal donde soy invitada. Se transmite por radio también.

Escuchar

Recursos de descarga libre

Aquí encuentras libros de trabajo, listas de alimentos, guías, recomendaciones, etc. 

Los quiero todos